domingo, 26 de agosto de 2012

Textos Literários

Aquí estan los mejores cuentos y las mejores novelas ¡no vas a evitar leerlos!

Había una vez una vaca, que trabajo no encontraba, quería ser bailarina,
 pero el cuerpo no le daba, un día encontró su vocación verdadera, y era ser una
 vaca lechera.

Nadie le daría trabajo con lo vieja que estaba, e indagar sobre si
 disponía de
  ahorros para montar un negocio en toda regla sería una
 falta de sensibilidad; por no decir un
exceso de estupidez. Qué hacer cuando las carnes te exigen sobrevivir.
 ¿Pedir limosna?
 Buenos Aires ya no estaba para eso. Tendría que ganarse la
vida haciendo
 algo de dudosa moralidad. Qué cosa.
 Qué podría hacer sin perjudicar a la gente.
Optó por vender aire,
 como lo hacían miles de empresas, pero ella no sería una desalmada.
 Cobraría montos irrelevantes y el aire que daría a cambio no contendría
 un valor superfluo.
Empezaría a venderlo de
inmediato porque,
 además,
 sabía que ningún pariente le iba
 a dar cobijo
. No los tenía, ni hacia los lados
ni hacia abajo.
 Hacia arriba, menos.
 Sandra realmente era vieja.
 57 años olvidada en la cárcel
 por haber matado
 a su marido le impidieron
procrear.
 Era él o ella.
 Los moratones acumulados
en su cuerpo lo
  demostraban,
 pero en el juicio no valieron.
 El abogado
 contratado
 por su suegra era de los caros, de esos
con influencias.
Desde el 12 de octubre de 2003, Sandra anduvo libre por las calles.
¡Vaya mentira! Sus carnes la arrinconaron más que nunca.
 En su estómago tenía aire, pero uno muy distinto del
 que estaba por vender.
 En la cárcel había aprendido algo de magia.
  Hacía desaparecer objetos pequeños, como cigarrillos y monedas.
 Con una esfera de cristal de cuatro centímetros de diámetro
 no tendría problemas.

Entre la basura, encontró cajas de un tamaño ideal para empaquetar,
 una y otra vez, su única esfera. Sólo le faltaban cintas de colores para,
 en el momento de la venta, atar la caja correspondiente y
 adornarla con un listón.
 Las consiguió enseguida. 
Frente a una tienda de juguetes, interpretando el papel de una bruja
 buena de cuento,
 atraía la atención de los pequeños con un discurso
 dulce en el tono y
seductor en las palabras: “Mira esta bola de cristal.
Es ligera como el aire.
 Es mágica. Mágica para los que poseen el don. ¿Tú lo posees?
No mires a tus padres,
la respuesta sólo la puede saber uno mismo.
 Meteré esta bola especial en esta caja… así, ¿ves?
Ahora, ataremos
 la caja con esta cinta para asegurarnos de que se mantenga
cerrada hasta que
llegues a tu casa. Si al abrirla descubres
 que la bola se ha
desmaterializado
 (que ya no está), sabrás que posees el don.
 Pero la bola no habrá desaparecido,
  sólo habrá cambiado de lugar.
 Habitará dentro de ti
para siempre y
 te será muy útil en tus sueños, porque con ella vencerás a cualquier
 monstruo y te ayudará a encontrar mundos
llenos de personas y cosas bellas y alegres.
 Dormirás feliz”. Los padres, confiando en que la vieja los timase con
 una caja vacía,
 se la compraban por unas cuantas monedas. Funcionaba.

El boca a boca hizo cada vez más conocida a la vieja de
enfrente de la juguetería
en Rivadavia, entre la avenida Otamendi y Campichuelo.
A Sandra Febres Queipo se le recuerda como
 “La bruja de la bola invisible”.
 Murió el 7 de enero de 2005. Ni bien pasaron dos meses,
la juguetería
 —que no voy nombrar para no hacerle publicidad—
 lanzó un producto con la imagen
 ilustrada de su personaje y con el nombre con el que se le conocía.
 No lo vendieron como esperaban. En 2008 dejaron de producirlo.
 Pensaron que la magia de Sandra también era comercializable,
 pero pasaron por alto el truco de su éxito. Era la voz de ella,
 la convicción en su tono, lo que agudizaba en los niños el don de creer…
 de creer que en esa nada que encontraban en la caja fuese posible todo.

Hola, soy Celestina y les voy a rresumir mi historia.
Cuando nací, como decirlo, eh, acesiné a mi doctor con mi lindura.
 Todoslos hombres, niños
 y bebés están enamorados de mi desde que nací.Eso si no entiendo,
 hay un chico de la clase que me encanta, pero no me da ni la hora.
 Resulta que él tiene una novia,
 que en vez de llamarse “Fea” se llama “Linda”.
Iróico ¿No? El tema es que él me mira y niega que me ama
 (Lo cuál estoy muy segura) pronto va a ser el viaje de “Egresados”
 ¡Encima es una fiesta de disfraces! Entonces tenía planeada tener
la historia de Ceniciena, pero ya saben quién me la arruino...
Linda
Pero él se artó de que ella hiciera lo mismo cada año.
Y vino y quiso ser mi novio
 (¡Lo cuál aceptaría!) pero le dije que no, porque no quería que
 me hiciera lo mismo...
Linda y yo nos hicimos M.A.P.S
oops, me olvidé de contarles, Linda y
yo eramos mejores amigas hasta que llegó él y nos hizo enemigas.
 Las dos aprendimos de que ningún chico se nos iba a
 interponer y ese es el fin de mi historia.Casi me olvidaba Martín
(el nombre del chico que nos gustaba) se fue con Jéssica,
 la más tonta del grado y más fea incluso de lo normal.

Amparo era la persona más egoista del mundo.
 No le quería dar nada a nadie y si esperaba que los demás le presten
 cosas. Pero
un día llegó un chico nuevo, era precioso incluso más que Narciso.
Los dos se enamoraron y él le enseño a ella, prestar sus cosas.
 Pero ella exedió con prestar y no prestae. Al principio le costó prestar ,
luego al cabo de unos 6 meses, Amparo supo controlarce.
 Los compañeros no la aceptaron hasta que pasaron los
6 meses y todos fueron amigos.

Había una ves 2 hermanos, llamados Cott y John. Ellos se odiaban.
 Pero un día se casaron con 2 mujeres que eran hermanas muy unidas.
 Ellas se visitaban cada fin de semana , pór supuesto Cott y John, tenían
 que ir con ellas. En un encuentro los 2 armaron una apuesta haber
 quién era
 mejor esposo y el que perdiera tiene que ser esclavo del otro
 por una semana.
 Y estubieron comportandose como santos
¡Adivinen que! Los 2 perdieron y como las esposas escucharon
 de la apuesta,
tuvieron que ser sus esclavos. Fin

 

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