lunes, 4 de marzo de 2013

Ricitos de Oro


Erase una vez una tarde , se fue Ricitos de Oro al

bosque y se puso a coger flores. Cerca de alli,

habia una cabaña muy bonita , y como Ricitos de

Oro era una niña muy curiosa , se acerco paso a

paso hasta la puerta de la casita. Y empujo.
La puerta estaba abierta. Y vio una mesa.
Encima de la mesa habia tres tazones con leche y

miel. Uno , era grande; otro, mediano; y otro,

pequeño. Ricitos de Oro tenia hambre, y probo la

leche del tazon mayor. ¡Uf! ¡Esta muy caliente!
Luego, probo del tazon mediano. ¡Uf! ¡Esta muy

caliente! Despues, probo del tazon pequeñito, y le

supo tan rica que se la tomo toda, toda.
Habia tambien en la casita tres sillas azules: una silla

era grande, otra silla era mediana, y otra silla era

pequeñita. Ricitos de Oro fue a sentarse en la silla

grande, pero esta era muy alta. Luego, fue a

sentarse en la silla mediana. Pero era muy ancha.

Entonces, se sento en la silla pequeña, pero se dejo

caer con tanta fuerza, que la rompio.
Entro en un cuarto que tenia tres camas. Una, era

grande; otra, era mediana; y otra, pequeña.
La niña se acosto en la cama grande, pero la

encontro muy dura. Luego, se acosto en la cama

mediana, pero tambien le perecio dura.
Despues, se acosto, en la cama pequeña. Y esta la

encontro tan de su gusto, que Ricitos de Oro se

quedo dormida.
Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los

dueños de la casita, que era una familia de Osos, y

venian de dar su diario paseo por el bosque

mientras se enfriaba la leche.


Uno de los Osos era muy grande, y usaba

sombrero, porque era el padre. Otro, era mediano

y usaba cofia, porque era la madre. El otro, era un

Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito muy

pequeño.
El Oso grande, grito muy fuerte: -¡Alguien ha

probado mi leche! El Oso mediano, gruño un poco

menos fuerte:

-¡Alguien ha probado mi leche! El Osito pequeño

dijo llorando con voz suave: se han tomado toda

mi leche!
Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabian

que pensar.
Pero el Osito pequeño lloraba tanto, que su papa

quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no

hiciera caso , porque ahora iban a sentarse en las

tres sillas de color azul que tenian, una para cada

uno.
Se levantaron de la mesa, y fueron a la salita donde

estaban las sillas.
¿Que ocurrio entonces?.
El Oso grande grito muy fuerte: -¡Alguien ha

tocado mi silla! El Oso mediano gruño un poco

menos fuerte..

-¡Alguien ha tocado mi silla! El Osito pequeño dijo

llorando con voz suave: se han sentado en mi silla

y la han roto!
Siguieron buscando por la casa, y entraron en el

cuarto de dormir. El Oso grande dijo: -¡Alguien se

ha acostado en mi cama! El Oso mediano dijo:

-¡Alguien se ha acostado en mi cama!
Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos

de Oro, y el Osito pequeño dijo:
-¡Alguien esta durmiendo en mi cama!
Se desperto entonces la niña, y al ver a los tres

Osos tan enfadados, se asusto tanto, que dio un

salto y salio de la cama.
Como estaba abierta una ventana de la casita,

salto`por ella Ricitos de Oro, y corrio sin parar por

el bosque hasta que encontro el camino de su

casa.
F I N

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